Anfama…Septiembre 2015

El Viernes 18 de Septiembre, un poco medio a las apuradas, pude terminar de preparar la bicicleta y el equipamiento necesario para el viaje.  Mi hijo me llevó a la terminal de colectivos de Santiago del Estero, llegué 5 minutos antes de las 17:15, horario de partida del colectivo hacia San Miguel de Tucumán.  Por suerte no me hicieron mucho problema para cargar la bicicleta en el colectivo. Generalmente la empresa La Unión, nunca no hace problemas para el traslado de la bicicleta.

Se me hizo larguísimo el viaje, creo que la falta de costumbre de viajar en colectivo. Llegue cerca las 20:00 hs. Cargué la alforja en mi bicicleta y como quien pedalear me fui hasta el dpto. de mi ahijada Carolina donde pasaría la noche para salir al otro día bien temprano.

A la noche salimos a cenaimg_20150919_071430257r con Caro y Diego unas riquísimas milanesas, al regreso termine de ultimar detalles para partir al  día siguiente bien temprano.

El Sábado 19, me levante a las 6 AM un suculento desayuno, acomodé los últimos detalles y tipo 7:30 AM, me pasó a buscar Luis, mi fiel compañero de viajes.

 

Partimos en busca de alguna estación de servicios donde podamos desayunar nuevamente, como para reforzar. Luego del mismo, pedaleamos por una avenida que nos depositó en la ruta nacional nro. 9.

Ya en la ruta debíamos hacer unos cuantos km sobre la misma, un  tanto peligrosa para mi gusto, los automovilistas no nos respetan para nada  a los ciclistas. Íbamos en fila y con todos los sentidos bien atentos sobre todo el auditivo, el que iba atrás pegaba el grito ante la aproximación de un vehículo y a la banquina se dijo.

En el camino encontramos tres ciclistas tucumanos, con los cuales fuimos juntos hasta Raco. Muy buena onda los changos, todo era pedalear y reírse de las cargadas entre los mismos. Nos despedimos de los changos, y seguimos con Luis hasta el Syambon, el camino se tornaba con pequeñas subidas y bajadas.

legamos cerca el medio día, al camping un lugar muy lindo para parar. Si algo tenemos en común con Luis es que cuando llega la hora del almuerzo o cena se para donde sea.

Luego de la cargar energías con una riquísima milanesa a la napolitana con papas fritas y una muy buena hidratación con un par de stellas, cerca las 14 hs salimos a encarar la etapa más dura del primer día, unir el Syambon con Anfama por el camino más alto, como le dicen por la zona por el camino largo.

La primera parte del camino, era transitable con subidas sin descanso. Hay dos subidas bien pesadas entre las dos se sube 1200 m en 20km. En el camino nos alcanzaron 3 bikers por el ritmo que imponían eras de la elite del MTB.

Seguimos pedaleando, el camino ya no estaba tan firme, en muchas partes del mismo esta derrumbado y no se podía pedalear había que bajarse de bicicleta. Finalizando la primera trepada, comienza una bajada que te deposita en el rio, si bien tiene mucha inclinación no pudimos aprovecharla con velocidad dado el estado del camino, es más se tornó medio peligroso por la cantidad y el tamaño de las piedras, en vez de descansar en la bajada nos cansamos más.

Hasta aquí la cosa venía bien, de buen humor, un poco cansados pero nada que no se podía manejar. Cruzando el rio ahí no más comienza la segunda trepada, y el camino en muchas partes en muy mal estado, no se podía pedalear. Combinamos caminata y pedaleo hasta llegar a un lugar realmente hermoso que solo hay una casa y un caño de agua potable, Altos de Anfama.

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Cargamos agua y emprendimos la pare final para llegar a destino. Saliendo de altos de Anfama comienza una hermosa bajada que te hace ilusionar que todo será así hasta el final y nada más errado. Finalizada la bajada que crea falsas expectativas comienza la última trepada que nos depositará en Anfama, el cansancio se hacía notar y mucho, la temperatura bajó considerablemente.

Pedaleando ya con las ultimas energías, con pendientes que comían nuestras piernas llegamos a un punto donde Luis me dice mira hay esta la cruz de la iglesia de Anfama, ya estamos me dijo. Que alegría me vino… ahí me di cuenta que estábamos fundidos. Esa imagen nos dios las energías suficientes como para llegar.

 

Recién llegaditos en la entrada del hermoso pueblo de Anfama. Un día hermoso haciendo lo que nos gusta, pedalear y conocer lugares más recónditos de nuestra argentina, no importa el cansancio siempre se puede, siempre Dios nos acompaña.

Llegamos al lugar de nuestro alojamiento, a una casa de familia, gente tan maravillosa como su pueblo. Luis ya era habitué de ahí, fue unas cuantas veces haciendo trekking desde Tafi del Valle.

Estacionamos nuestras bicicletas, bajamos las alforjas y no pegamos al lado el fuego, estamos con mucho frio. Lilia nos preparó un matecocido con tortilla a la parrilla y empanadillas de cayote, riquísimos.

Entre charla y charla con Kike y Lilia deliberamos que cenaríamos, quedo como menú guiso de arroz con gallina….

fogonanfama

Luego de un baño de agua caliente muy muy reparador, nos acomodamos en la pieza que nos prepararon y ahí el gran esfuerzo comenzó a pasar factura a las piernas de mi compañero Luis, los calambres lo tenían a mal traer, pero tipo duro si los hay se las banco como siempre….

Llego el momento de la cena, guiso de arroz con gallina y un fernecito para acompañar y compartir con Kike y lilia. Con la panza llena y el corazón contento nos fuimos a descansar, al día siguiente deberíamos volver a S.M. de Tucumán.

Bien temprano, ya con las energías renovadas disfrutamos del paisaje, la tranquilad de la montaña y el aire puro.

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Luego de un suculento desayuno con tortilla a la parrilla y matecocido, ultimamos detalles y partimos. Estaba fresco, pero de entrada no más empiezas a subir como quien entrar en calor.

Hasta llegar al río grande, no es tan exigente es más bajada que otra cosa, ahí pude disfrutar de la bajada y un poco exigir la bicicleta como me gusta. Al llegar al río el sol ya pegaba demasiado así que me saque un poco de ropa y comenzamos a bordear el mismo.

Con la inusual creciente del pasado mes de marzo, había destruido los caminos que lo flanqueaban, convirtió, lo que debía ser una entretenida pedaleada, se convirtió en un constante caminar entre las piedras, alternado con 10 o más cruces del cauce.

Cruzamos uno grupo grande de chicos que hacen trekking, seguimos hasta el puente donde está el camino que no lleva al syambon.  Nuevamente paramos en camping para almorzar y así continuar con los 60 km que nos quedaban hasta S.M. de Tucumán.

Rico almuerzo y a continuar pedaleando, llegamos muy rapido hasta el cruce que lleva al valle de La Sala es rapidísimo (68.4 kmph!), pero apenas cruzas un puente sube, sube y sigue subiendo, hasta que llegas al poblado de La Sala, donde baja lindo … y ya estaban en el valle.

A este punto la intención era SUBIR (ooootra vez!) hasta el Cristo de San Javier para llegar bajando a Tucumán. Las fuerzas eran, ya no escasas, sino casi inexistentes… y ya se preveía una llegada nocturna al destino …

 ENTONCES …
pasa furgoneta, toca bocina, saludamos, furgoneta se detiene … «para donde van muchachos ?» … «esteee, para Tucumán, pero si nos dejas en el Cristo !»
El chofer comentaba que su padre es también fanático ciclista, que haciendo un bien hoy, se puede cosechar otro mañana … se llamaba Fernando, le pusieron «Fernando Salvador».

Y bueno, una vez ubicados en la rotonda de San Javier, el trámite final fue largarse desde allá arriba hasta Yerba Buena y por la Avenida Aconquija, luego Mate de Luna llegar a destino casi sin pedalear.

Anfama, un lugar verdaderamente bello… Su belleza natural y aire puro transmiten una paz inimaginable, dan ganas de quedarse a vivir ahí. Hasta la próxima.

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